He escuchado tantas veces eso de “yo soy vaginal” “pues yo clitoriana”. Voy a intentar con esta explicación ayudarte a disfrutar a tope de tus orgasmos. Vamos a aprender algo básico y necesario para nosotras y también para nuestras parejas.
Partiendo de la base de que el placer radica en nuestro cerebro SIEMPRE y A HOMBRES Y MUJERES por igual. El órgano que tiene el control de nuestro placer y nuestros orgasmos siempre será el cerebro. Cuando comienza la excitación nuestro cerebro manda señales a nuestros órganos genitales en forma de abundante flujo sanguíneo, lubricación, erección en el caso de los hombres o erección de nuestro clítoris en el caso de las mujeres.
Otra premisa importante a tener en cuenta es que cada mujer es un mundo y cada una tenemos una forma particular de llegar a él, incluso podemos sentir esos orgasmos de maneras muy diferentes.
Se pueden experimentar orgasmos mientras dormimos y también con el ejercicio físico, si, si, lo que estás leyendo. (Sobre todo, con ejercicios de levantamiento de pesas o con el ejercitamiento abdominal). Esto se debe a que tanto en el ejercicio como en el sexo podemos estimular los músculos del área genital y aumentar el flujo sanguíneo en esta zona del cuerpo.
También hay quien afirma que ha sentido orgasmos mediante la estimulación en los pezones, ano o diferentes zonas erógenas de nuestro cuerpo.
Ojalá que con esta explicación se acaben esas relaciones rollo “martillo percutor” o “ conejillo Duracel”, que pueden ser gustosas para un ratito, o para un “aquí te pillo, aquí te mato”.
Una vida sexual satisfactoria no significa necesariamente disfrutar de orgasmos extraordinarios y chisporroteantes en todas las relaciones sexuales.
Todas las mujeres llegamos al orgasmo por la estimulación del clítoris. El clítoris tiene una parte externa, esa pequeña “habita” que podemos ver si subimos con delicadeza la piel del pubis. Y una parte interna, que cubre con unos pequeños bracitos las paredes de nuestra vagina.
Obviamente siempre será mucho más intensa una estimulación externa, porque podemos estimular el clítoris directamente. Por eso muchas mujeres recurrimos a ella para llegar al orgasmo, bastará una estimulación haciendo movimientos circulares y de arriba abajo.
Cuando tenemos un orgasmo interno o como erróneamente se cree “un orgasmo vaginal” el órgano que provoca ese orgasmo es el clítoris igualmente. En este caso, lo que estamos estimulando son los “bracitos” del clítoris.
Para experimentar un orgasmo interno necesitaremos una estimulación más intensa además de unos músculos pélvicos bien tonificados. Si no es así, con el paso del tiempo, desgraciadamente perdemos la capacidad de tener orgasmos internos.
Hay muchos estudios contradictorios con respecto al tema, aunque se puede afirmar que los orgasmos causados por la estimulación en una zona u otra no tienen por qué ser mejores los unos que los otros.
P.D. ¿Te animas a hacer unos abdominales esta tarde?
Un fuerte abrazo.
